En el corazón de la ciudad, se encuentra un verdadero tesoro para los amantes del vino: la Vinoteca Arení. Desde el momento en que cruzas su umbral, te sumerges en un ambiente acogedor y elegante que te transporta al apasionante mundo del vino. La experiencia se eleva aún más gracias a la dedicación y el cariño que pone la propietaria.